La cobertura espiritual no se basa en
que estemos conectados a alguien o a alguna institución. La cobertura
espiritual más grande que tenemos es cuando recibimos a Jesucristo como
Señor y Salvador; es cuando estamos lavados por la sangre de Cristo. Si
estás firme en el Señor, crees en la palabra y en lo que Él ha hecho
por ti, siéntete seguro que estás cubierto. Él es el que intercede ante
el Padre por nosotros.
Sí hay un principio de protección
espiritual, cuando entendemos algunos conceptos que nos permiten
posicionarnos en el lugar correcto para disfrutar de algunos
beneficios. Tu cobertura espiritual está basada en tu posición. En
Salmo 91, dice: El que habita al abrigo del altísimo, morará bajo la
sombra del Omnipotente. No nos dice que no habrá mortandad, sino que
nos asegura protección si estamos posicionados en el lugar correcto, si
estamos en el orden correcto de Dios.
Hay ciertas cosas que nos ayudan a
nosotros y a nuestras familias a posicionarnos en el lugar correcto.
Una de estas cosas es la oración. Tu familia completa tiene que ser
ubicada a través de la oración. No pierdas la pasión de orar por los
tuyos y enviar la palabra. Presenta cada uno de los miembros de tu
familia en oración cada mañana. Ora por cada uno de ellos dondequiera
que se encuentren y declara la palabra. Dios dice, en Ezequiel 22:30,
que él siempre busca a alguien que haga vallado y se ponga en la brecha a
favor de aquellos que están desvalidos. No se trata si ellos oran o le
sirven a Dios, se trata de que nunca dejes de orar.
La palabra de Dios es otro instrumento
para posicionar a ti y a tu familia en el lugar correcto. Cuando hay
ubicación, se libera el potencial que hay en el interior.
Estar en la casa de Dios también ayuda a
posicionarte junto a tu familia en el orden de Dios. En el libro de
Hebreos, dice que no dejemos de congregarnos como algunos tienen por
costumbre. Traer a la casa de Dios a tus hijos les enseña la
importancia de recibir palabra de Dios; les enseña que hay bendición en
esto.
Hay varios ejemplos en la biblia de
personas que tomaron decisiones y esto tuvo resultados poderosos también
para toda su familia. Vemos cómo Rahab, en el libro de Josué, capítulo
6, protegió a los enviados de Dios y toda su familia fue protegida en
la batalla. Cuando te encargas de proteger y cuidar de esa palabra de
Dios en tu casa, esto trae protección a todos los tuyos.
No dejes de orar, estudiar la palabra de
Dios e ir a la casa de Dios para tener la cobertura espiritual para ti y
toda tu casa. Cuida de estos principios y permite que seas posicionado
en el orden de Dios junto a tu familia.
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