He aquí yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío
37
La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y
me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos.
2 Y
me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran
muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera.
3 Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes.
Hay momento en que nosotros estamos viviendo en un valle de huesos secos y podemos resivir la palabra profetica para declarar cosas grande en el lugar donde estamos, pero siempre queremos ver que sea Dios mism que haga las cosas que nosotros podemos declarar por medio de su palabra
4 Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová.
5 Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis.
6 Y
pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os
cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis
que yo soy Jehová.
7 Profeticé,
pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y
he aquí un temblor; y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso.
8 Y
miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel
cubrió por encima de ellos; pero no había en ellos espíritu.
9 Y
me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al
espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro
vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán.
10 Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo.
11 Me
dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa de Israel.
He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pereció nuestra
esperanza, y somos del todo destruidos.
12 Por
tanto, profetiza, y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo
abro vuestros sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de vuestras
sepulturas, y os traeré a la tierra de Israel.
13 Y sabréis que yo soy Jehová, cuando abra vuestros sepulcros, y os saque de vuestras sepulturas, pueblo mío.
14 Y
pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre
vuestra tierra; y sabréis que yo Jehová hablé, y lo hice, dice Jehová.
La semilla que se ha puesto en tu corazón
En Marcos 4, Jesús les habla a sus
discípulos sobre el poder de la palabra, presentándoles la parábola de
sembrador. En el versículo 13, les dice: ¿No sabéis esta parábola?
¿Cómo, pues, entenderéis todas las parábolas? En otras palabras, si no
entienden el poder de la semilla y no entienden la relación de la
semilla con la tierra, lo que pasa con la semilla, ¿cómo van a entender
el resto de las cosas que yo les voy a hablar
En el verso 14, comienza a hacer la
explicación de las semillas que cayeron en diferentes partes y tipos del
terreno. El primer escenario representa al enemigo. ¿Con quién te
encuentras fuera de la iglesia después que oyes la palabra? Satanás no
viene porque seas tan grande y peligroso para él, o porque tenga un
problema personal contigo; viene a intentar robar la semilla que se ha
puesto en tu corazón.
Cuando Satanás, no logra quitarte la
semilla que fue sembrada en ti a través de la palabra, entonces, según
los versos 16 y 17, llega la persecución. Al final, si el diablo no se
lleva la semilla con persecución, entonces, hay un tercer grado mostrado
en el verso 18: Los afanes.
Pero el que logra vencer el ataque del
enemigo, la presión de la persecución y la ansiedad que causa la
preocupación de este siglo, en ese terreno germina la semilla al
treinta, al sesenta y al ciento por uno.
¿Cuáles son los mensajes que han dado
resultado en tu vida? No todos. Hay algunos que, cuando sales de la
iglesia, el enemigo se ha robado la semilla. A veces, no se la robó el
diablo, pero la persecución que vino a tu casa, lo que te hicieron
cuando hablaron mal de ti en Facebook, en Twitter, aquello que dijeron
de ti, te ha hecho desistir de la palabra. Otras veces, las presiones,
el afán, la frustración de la semana, han cancelado la semilla.
La palabra que ha dado resultado, la
semilla que ha dado frutos en tu vida es aquella que ha resistido. Por
lo tanto, si el terreno es el correcto y es capaz de aguantar la
semilla, entonces produces, y Jesús dice que, si no entiendes eso, no
puedes entender más nada. Ese es el poder de una semilla.
Humildad y confianza en Dios
El libro de Nehemías contiene la historia del pueblo judío Su interés es múltiple,
ya que no solamente describe la reconstrucción de las murallas de
Jerusalén, y de la reconstrucción de la organización
eclesiástica judía; y como autoridad en cuanto a los acontecimientos que
relata, en información de su tiempo. del carácter noble de
Nehemías presenta una excepcional combinación de
fuerte independencia y humilde confianza en Dios.
Nehemías es uno de los hombres del Antiguo
Testamento para cumplir una misión necesaria en su época, demostrando un nivel elevado de dedicaciónes y coraje, tanto en la materia práctica de
reconstruir las murallas de Jerusalén como también en el campo
espiritual de la reconstrucción de la vida religiosa de su pueblo.
Poco se sabe en cuanto a la vida personal de Nehemías, excepto que era
un judío que nació en exilio después gue Ciro decretó que los judíos
podían regresar a su tierra. Nehemías era copero del rey Artajerjes
(véase Nehemías 2:1). Nehemías no había olvidado a su pueblo
ni a su tierra. Al enterarse de la triste condición de los suyos, ayunó y
oró por su pueblo.
el rey Artajerjes no solamente le dio
permiso a Nehemías para regresar a su pueblo también le dio guardas, una escolta para pasar por los territorios "más allá del río el rey también le
concedió permiso para usar madera de los bosques reales para construir
las murallas de Jerusalén así como los portones y su propia casa.
Y Sanbalat, el gobernador de Samaria, y los gobernadores de otras regiones se oponían a los planes de los judíos para Jerusalén y no
estaban de acuerdo con la protección que les daba el rey de Persia. y la
amarga enemistad había nacido entre los samaritanos y los judíos que
habían regresado con Zorobabel ya que Nehemías regresaria con pleno poder de parte del emperador
para fortificar la ciudad de Jerusalén y esto fue ungran golpe para los
samaritanos, y Sanbalat de Samaria
encabezaba el grupo de opositores.
Sanbalat
trató de arrastrar a Nehemías a una trampa (Nehemías 6:2) mediante una
invitación para negociar, pero Nehemías no se dejó engañar ni
se intimidó por las amenazas de Sanbalat de informar al rey
Artajerjes de una supuesta rebelión judía.
Se
terminó la muralla en cincuenta y dos días y se
establecieron guardias para proteger a quienes vivían en la ciudad. La
muralla era una protección, pero también era un símbolo físico
importante del establecimiento de los judíos como nación. La ciudad
santa se transformó en una fuerza unificadora Sanbalat y los otros enemigos de Judá comprendieron El significado de las murallas y de los esfuerzos que Nehemías, como
caudillo, hacía para unificar a su pueblo. Por eso es que la oposición
que demostraron era tan persistente.
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La presencia de Dios
Volvió David a reunir a todos los escogidos de Israel, treinta mil.Y se
levantó partiendó con todo el pueblo para hacer pasar de allí el arca de Dios, sobre la cual era
invocado el nombre de Jehová de los ejércitos, que mora entre los
querubines. y Pusieron el arca de Dios sobre un carro nuevo, y la llevaron
de la casa de Abinadab, que estaba en el collado; y Uza y Ahío, hijos
de Abinadab, guiaban el carro nuevo. Y cuando lo llevaban de la casa de
Abinadab, que estaba en el collado, con el arca de Dios, Ahío iba
delante del arca. Y David y toda la casa de Israel danzaban delante de
Jehová con toda clase de instrumentos de madera de haya; con arpas,
salterios, panderos, flautas y címbalos. Cuando llegaron a la era de
Nacón, Uza extendió su mano al arca de Dios, y la sostuvo; porque los
bueyes tropezaban. Y el furor de Jehová se encendió contra Uza, y lo
hirió allí Dios por aquella temeridad, y cayó allí muerto junto al arca
de Dios. Y se entristeció David por haber herido Jehová a Uza, y fue
llamado aquel lugar Pérez-uza, hasta hoy. Y temiendo David a Jehová
aquel día, dijo: ¿Cómo ha de venir a mí el arca de Jehová? De modo que
David no quiso traer para sí el arca de Jehová a la ciudad de David; y
la hizo llevar David a casa de Obed-edom geteo. Y estuvo el arca de
Jehová en casa de Obed-edom geteo tres meses; y bendijo Jehová a
Obed-edom y a toda su casa. Fue dado aviso al rey David, diciendo:
Jehová ha bendecido la casa de Obed-edom y todo lo que tiene, a causa
del arca de Dios. Entonces David fue, y llevó con alegría el arca de
Dios de casa de Obed-edom a la ciudad de David. Y cuando los que
llevaban el arca de Dios habían andado seis pasos, él sacrificó un buey y
un carnero engordado.
Recordemos que el Arca de Dios era el lugar donde Él habitaba. En el Antiguo Testamento no era como ahora que podemos disfrutar de la presencia del Espíritu Santo en cualquier lugar donde le busquemos. Nosotros gozamos de ese privilegio porque Jesús nos lo permitió con Su sacrificio. Por eso dijo: “les conviene que yo me vaya porque dejaré a alguien que estará con ustedes todo el tiempo”. La historia nos refiere que el cofre estaba en casa de Obed-edom porque el rey David la dejó allí luego que el Señor castigó con la muerte a Uza. Es difícil entender la razón del enojo de Dios, pero la lección es que no debemos hacer cosas malas que parezcan buenas. Ellos violaron un principio divino y llevaron el Arca sobre un carro cuando el mandato era que solamente podían llevarla los escogidos del pueblo. Entonces vemos que este hombre, Obed-edom recibe la presencia de Dios en su casa y con ella, también recibe mucha bendición.
1 Samuel 7: 1-2 nos enceñas que Vinieron los de Quiriat-jearim y llevaron el arca de Jehová, y la pusieron en casa de Abinadab, situada en el collado; y santificaron a Eleazar su hijo para que guardase el arca de Jehová. Desde el día que llegó el arca a Quiriat-jearim pasaron muchos días, veinte años; y toda la casa de Israel lamentaba en pos de Jehová.
Antes de llegar donde de Obed-edom, el Arca estuvo durante veinte años en casa de Abinadab porque los filisteos siendo enemigos, la dejaron allí luego de notar que les perjudicaba tenerla. La diferencia entre estos dos hombres es muy grande. Obed-edom capturó y valoró la presencia de Dios en sólo tres meses, mientras Abinadab no fue capaz de obtener bendición teniéndolo ¡durante veinte años! Imagina que los enemigos te llevan algo muy delicado y precioso, tal vez hasta te molesta la complicación de custodiar algo tan valioso. Esa fue la actitud de Abinadab. La Escritura dice que la gente se acercaba lamentándose, adoraba a otros dioses y cuando las cosas iban mal, se acercaban a Dios pidiendo misericordia. Muchas veces nos sucede lo mismo, cometemos errores y nos acercamos al Señor para que nos haga el milagro de salvarnos el pellejo pero lo hacemos con lamentos y tristeza, justo de la forma que le desagrada. Nuestra desobediencia y mala actitud no traerán la bendición de Dios. Cuando un niño pequeño se lastima, busca a su madre para que lo consuele y lo que ella le dice es: “hijo, tranquilízate, deja de llorar y dime qué te sucedió”. Así pasa también con nosotros cuando nos acercamos a Dios con tristeza y depresión. No te lamentes, búscale con gozo a pesar de las dificultades. Esa es la actitud que le agrada.
David no se atrevió a continuar con el transporte del Arca, seguro tenía algún pecado que ocultar y buscó a la persona ideal para encomendársela. Quería la bendición pero igual que nosotros, no se sentía digno de pedirla y evitaba Su presencia por vergüenza. Si queremos ser bendecidos primero debemos buscarle a Él. Obed-edom actúo muy diferente a Abinadab, nunca se lamentó, por el contrario acomodó el Arca, llamó a su familia y les compartió la gran bendición que representaba gozar de la presencia de Dios. Nunca preguntó qué obtendría a cambio, si le pagarían por resguardar el tesoro más valioso del mundo. Nuestra intención al acercarnos a Dios debe ser buscarle y encontrarle, pasar tiempo con Él, no esperar algo a cambio, aunque la sanidad, prosperidad y gozo llegan por añadidura.
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El profeta declará una palabra
En 1 Reyes 19, vemos que el profeta elías declaró una palabra para que no lloviera hasta que el diga que volvería y los cielos se cerraron y no callo agua del cielo porque el profeta habia declarado la palabra profética sobre la tierra, en la biblia podemos ver como el profeta de Dios fue arrebatado a los cielos, por un torbellino de fuego.
Otra cosa que podemos ver de el profeta de Dios y es que provoco a que el nombre de Dios sea notorio en el monte carmelo cuando invoco al dios de abraham al rey de reyes y señor de señores que mandara fuego para que vean que el es el Dios real. y cayo fuego del cielo y consumió todo el altar que estaba allí y se vio que el único Dios verdadero es el Dios de elias no el dios que invocaban los vahales.
Elías era el profeta que, pasando por un lugar en que estaban experimentando la misma sequía que con su boca él había decretado, fue la persona que Dios utilizó para traer un milagro en la vida de una viuda que estaba lista para preparar una torta y morirse ella y su hijo.
Tu tienes que preparar el camini
El profeta Isaías dijo que habría uno
que prepararía camino a Jesús, y de inmediato Juan el bautista entendió que aquel de quien Isaías hablaba era él. a quien le tocaba preparar el camino, a
él no le importó lo que la gente dijo de él. él simplemente entendió que él tenía un llamado y que
su llamado era preparar el camino para Aquel que vendría detrás de él.
Yo quiero decirte en este momento que Dios te ha llamado a prepararle el camino el de llevar las buenas nuevas de jesús a las naciones y que mientras tu prepara el camino muchos puedan decir que su
vida es diferente gracias a que tú ha preparado el camino para ellos puedan entender que solo en jesus esta la salvacion que nuestro corazón solo necesita de jesús ya que el es la llave de alcanzal la vida esterna.
En PRIMERA de SAN JUAN
podemos ver algo muy claro y es que jesús es la unica solucion
1:1 Lo que existía desde el principio, Juan 1, 1 lo que hemos oído,
lo que hemos visto con nuestros ojos,
lo que hemos contemplado
y lo que hemos tocado con nuestras manos
acerca de la Palabra de Vida,
es lo que les anunciamos.
1:2 Porque la Vida se hizo visible,
y nosotros la vimos y somos testigos, Juan 1, 14
y les anunciamos la Vida eterna,
que existía junto al Padre
y que se nos ha manifestado.
1:3 Lo que hemos visto y oído,
se lo anunciamos también a ustedes,
para que vivan en comunión con nosotros.
Y nuestra comunión es con el Padre
y con su Hijo Jesucristo.
1:4 Les escribimos esto
para que nuestra alegría sea completa.
1:5 La noticia que hemos oído de él
y que nosotros les anunciamos, es esta:
Dios es luz, y en él no hay tinieblas.
1:6 Si decimos que estamos en comunión con él
y caminamos en las tinieblas,
mentimos y no procedemos conforme a la verdad.
1:7 Pero si caminamos en la luz,
como él mismo está en la luz,
estamos en comunión unos con otros,
y la sangre de su Hijo Jesús
nos purifica de todo pecado.
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el señor llegue a mas lugares tambien estamos en:
Gracias Dios te bendiga en gran manera!
1:8 Si decimos que no tenemos pecado,
nos engañamos a nosotros mismos
y la verdad no está en nosotros.
1:9 Si confesamos nuestros pecados,
él es fiel y justo
para perdonarnos
y purificarnos de toda maldad.
1:10 Si decimos que no hemos pecado,
lo hacemos pasar por mentiroso,
y su palabra no está en nosotros.
El Espíritu Santo quiere soplar sobre ti
La vida
cristiana comienza el día en que nuestros pecados han sido perdonados; el día
que venimos ante Jesús y confesamos nuestros pecados y le pedimos que nos
perdone y nos limpie, ese día ocurre algo extraordinario en el mundo
espiritual. Ese día son borrados nuestros pecados para siempre por causa de la
fe en Cristo Jesús. Y cuando esto ocurre, nuestra casa, o sea nuestro ser queda
limpio y habitable, porque hasta ese momento, mientras domina el pecado,
nuestra casa es una guarida de demonios que entran y salen. Mucha gente se
asusta cuando hablamos estas cosas y preguntan cómo es que los demonios pueden
dominar a una persona. ¡Sí! Éstos ejercen una influencia extraordinaria en la
mente, la voluntad y las emociones, provocando deseos, tentaciones y cuántas
cosas más. Pero el día que los demonios pierden el dominio, ya no pueden entrar
a la casa, es el día en que nuestros pecados son limpiados por la sangre
preciosa de Jesús derramada en la cruz del calvario. Se produce un cambio de
dueño. Antes, el pecado es quien señorea y juntamente con él, satanás y sus
demonios. Pero cuando Jesús nos limpia, ocurre una transacción, como cuando
vendemos una casa. Legalmente se hace una escritura mediante la cual se ceden
los derechos de propiedad a la persona que paga el precio, entonces, ésta toma
posesión del bien que compró. Del mismo modo, en el mundo espiritual hay una
transacción; la persona deja de pertenecer al pecado, a satanás, al infierno y
al reino de las tinieblas, pasando a pertenecer al reino de Dios, el reino de
luz. Pero hay muchos que no entienden cómo funciona esto de la vida cristiana.
Ese día debiera comenzar una vida totalmente distinta a la vivida, al decir de
la Biblia: “las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”.
Cuando en una fábrica cambia el director, cambia todo, hay una nueva cabeza,
una nueva visión y nueva perspectiva; hay una nueva mentalidad. Cuando en una
nación cambia el presidente cambia la mentalidad y la dirección. Cuando Jesús
comienza a tener dominio y los demonios dejan de ejercerlo, cambian
absolutamente todas las cosas, y si no han cambiado, es que no se firmó el
compromiso o la compraventa, y no se tomó posesión del bien.
En la vida
vieja nos movíamos según nuestros sentimientos y pensamientos, dominaba el
alma, por lo que nuestra vida era almática, lo cual significa que éramos
gobernados por nuestra mente, voluntad y emociones. Posiblemente va pasando una
bendición por ahí pero como estoy tan turbado, la veo pasar y pienso si
realmente es una bendición o no, ¡y se fue! Dominados por el alma estamos
ciegos a las verdades espirituales de Dios. Debemos entender que nuestras
emociones y pensamientos son muy variables. Una mujer se enamora perdidamente
de un hombre y cree que va a estar toda la vida con él, ella piensa que es su
príncipe azul, el que siempre soñó, pero al tiempo dice: “¡Ya no lo aguanto
más! ¿Se cree que voy a estar toda la vida detrás de él?” ¡Las emociones
cambian! ¡Te llevan de un lado para otro! Si varía la temperatura, cambia el
estado de ánimo, si te comes tres platos de tallarines también y si aparece tu
suegra cambia tu estado de ánimo.
Cuando el
hombre es gobernado por las emociones nunca se sabe a dónde va, su existencia
no tiene rumbo. Esto es en la vieja vida cuando domina el pecado, cuando
dominan la voluntad y las emociones. Ves que viene la bendición pero tú no
tienes ganas de correr para alcanzarla. ¡Falta de voluntad!
Ahora,
cuando llega Cristo a la vida de una persona, y el Señor no puede venir hasta
que los pecados no hayan sido perdonados, en ese momento se produce una
regeneración. Dios engendra vida espiritual y nace un nuevo ser con capacidades
espirituales. La vida espiritual es de un nivel y la vida natural, síquica,
almática, es de otro nivel. Cuando uno está en esta vida de abajo, no ve, no
entiende, no capta lo que está en el nivel de la vida espiritual. Sería como si
un receptor de radio se propusiera ver un canal de televisión, éste no está
habilitado para captar imágenes. Supongamos que la televisión es la vida
espiritual y la radio es la vida natural. El que está viviendo en la vida
natural cree que entiende y ve bien. ¡Hasta lo juzga a Dios! Y pregunta por qué
Dios es así, por qué permite esto o lo otro. Pero habla de lo que no sabe y no
entiende porque no conoce la verdad.
Cuando uno
conoce la verdad, está bien plantado, tiene libertad y seguridad para avanzar
en la vida en cuanto a lo que hace y piensa porque la verdad guía el propósito
de Dios en su existencia. ¡Y la verdad es Jesucristo! El Señor dijo: “Yo
soy el camino, la verdad y la vida”.
En la vida
natural prevalece la mentalidad del hombre, su sentimiento y voluntad, pero en
la vida espiritual prevalece la visión de Dios, su propósito y su mentalidad.
¡Prevalece Dios! ¡Él tiene dirección, sentido y propósito para el hombre!
En ese
contexto es que quiero participar contigo de un pasaje que se encuentra en 1ª
Corintios 2 versículo 6 que dice así: “6Sin embargo, hablamos
sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo,
ni de los príncipes de este siglo, que perecen”.Cuando dice sabiduría,
no de este siglo, significa que no es de esta era; sabiduría, no de este orden
de cosas, no de este mundo. Y continúa diciendo el versículo 7: “Mas
hablamos sabiduría de Dios…” Fíjate que menciona sabiduría de hombre y
sabiduría de Dios. Los que no han alcanzado madurez se mueven en un nivel de
sabiduría humana y natural, pero los que hemos alcanzado madurez tenemos otro
nivel de sabiduría que es la sabiduría revelada de Dios: “7Mas
hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios
predestinó antes de los siglos para nuestra gloria”.Dios tenía cosas
preparadas y guardadas para nosotros. ¡Desde antes las había planificado para
que nosotros las conozcamos! En la nueva vida prevalece la sabiduría de Dios;
prevalecen los caminos, los pensamientos y la voluntad de Dios. Y para que eso
ocurra, el creyente debe estar sometido a Dios, debe estar muerto a sí mismo
para no entorpecer su mentalidad, su pensamiento y su voluntad. El hombre sin
Dios es como una bola sin manija, va de aquí para allá, corre para todos lados
y no sabe a dónde va, ni a dónde terminará. Yo lo comparo con el hámster que
corre dentro de la ruedita. Me he detenido a ver con qué fuerza y con qué
emoción ese animalito corre mirando fijo la ruedita y si le preguntas a dónde
se dirige, no sabe, pero él igual corre. ¡Así es la gente que corre y corre
pero sin dirección! Mas la Biblia señala que nosotros, los que hemos alcanzado
madurez, hablamos sabiduría pero no de esta clase, no de este siglo sino la
sabiduría de Dios, la sabiduría oculta que Él predestinó antes de los siglos
para nuestra gloria, la que ningún príncipe de este siglo ha tenido porque si
la hubieran conocido, jamás hubieran crucificado al Rey de gloria. ¡Jamás
hubieras hecho lo que has hecho, si Cristo hubiera dominado tu existencia!
Tenemos una
imperiosa necesidad de conocer a Dios y así conocer su propósito, entonces
podremos movernos en el nivel de su sabiduría. Como no sabemos cuál es la
voluntad de Dios, andamos confundidos; no sabemos realmente si es nuestra
voluntad o la suya la que nos mueve a actuar. Pero a medida que crecemos y
maduramos, identificamos los pensamientos y los caminos de Dios. Isaías 55 dice
lo siguiente: “7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo
sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al
Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. 8Porque mis
pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos,
dijo Jehová. 9Como son más altos los cielos que la tierra, así son
mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros
pensamientos”(Versículos 7 al 9). ¡Elige dónde quieres caminar el resto
de tu vida! ¡En tus propios caminos o en los caminos de Dios! ¡En tus propios
pensamientos o en los pensamientos de Dios!
Tus
pensamientos y tus sentimientos siempre te han engañado. Muchas veces has
creído que algo te iba a salir bien pero te salió mal porque eras ciega o ciego,
no entendías ni conocías este otro nivel de sabiduría que Dios quiere que
disfrutes a partir de este día. Decide hoy comenzar a caminar en esos caminos
de Dios que son más altos que los tuyos y en sus pensamientos que son más altos
que tus pensamientos.
Leemos en 1ª
Corintios 2:9: “9Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo
no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha
preparado para los que le aman”.Cosas que nunca nos habíamos imaginado
que viviríamos, caminos que jamás soñamos ni pensamos que íbamos a caminar,
cosas que jamás pensamos que íbamos a hacer, son esas cosas que vamos a vivir,
a caminar y a hacer. Esas son las cosas que Dios ha preparado de antemano,
sabiduría oculta desde el principio, predestinada para aquellos que le aman.
Tal vez estás luchando por llegar a fin de mes; luchas por solucionar problemas
económicos o laborales, pero a ti no te cabe lo que dice la palabra de Dios en
Mateo 6:33: “33Mas buscad primeramente el reino de Dios y su
justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”.¡Qué duro!
Esas cosas
que ojo no vio ni oído oyó, ni han subido al corazón del hombre son las cosas
que se mueven en el nivel espiritual de la vida que Dios tiene para aquellos
que creen en Él. Lo más triste que le puede suceder a una persona que cree en
Jesús es caminar en sus propios pensamientos y caminos en lugar de caminar en
los caminos y en los pensamientos de Dios.
¿Y cómo se
yo qué debo hacer? Comienza por amar a Dios y doblégate delante de su
presencia. Búscale con todo tu corazón porque el Señor no te dejará de alumbrar
si lo haces.
Me escribió
un muchacho pidiéndome que orara por su papá. Este joven se involucró en las
drogas y ha hecho sufrir mucho a su padre quien ahora se está muriendo en un
CTI. Aunque ahora está arrepentido, me pide ayuda porque no sabe qué hacer y me
confiesa que le es muy difícil librarse de las drogas. Yo digo que para un ser
natural todo es difícil. Es difícil liberarse del alcohol, del cigarro, de la
droga, de las pasiones sexuales, de la ira y de tantas cosas que atan a la
persona. ¡Es muy complicado si estás en ese nivel natural! Pero si comienzas a
caminar en el nivel espiritual, ni el pucho, ni la droga, ni la suegra tendrán
dominio sobre ti. ¡Dios tiene dominio! Le dije a este joven que el día que le
abra su corazón a Jesús, y deje que el Señor gobierne su vida, el día que Jesús
sea el Señor de su existencia, la droga no podrá gobernarlo. ¡Tú necesitas a
Cristo! ¡Cuando Él se enseñoree de tu vida, las cosas que te dominan ya no te
dominarán más! No hagas fuerza por ser un buen cristiano tratando de dejar de
fumar. ¡Acércate a Cristo y Él te libertará de dominio del pucho!
“¿Cómo hago?
¡Porque hay cosas que sé y entiendo, pero no puedo cambiar!” “¡Miserable de
mí!” exclamó el apóstol Pablo. “¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?
Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago”, y
agrega: “2Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús
me ha librado de la ley del pecado y de la muerte”(Romanos 8:2). ¡Estar
en Cristo es estar en la ley de la vida! ¡Ahí opera la sabiduría y el poder que
necesita una persona para disfrutar de la vida cristiana!
Leemos en 1ª
Corintios 2:10: “10Pero Dios nos las reveló a nosotros por el
Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios”.
El día que una persona nace de nuevo, ésta debe entrar bajo el señorío del
Espíritu Santo. Cristo nos envía a nosotros su Espíritu. ¡Dios no te hace
esclavo! Tú que pasas a ser un hijo de Dios te conviertes en su siervo y el
Señor comienza a operar con poder en tu vida.
Posiblemente
hoy sea el día en que tengas que renunciar a cosas que amas o que quieres
lograr, aunque no tienes idea si provienen del deseo de Dios o de tu propio
corazón. Tal vez debas renunciar a un novio, a una novia o a una carrera. No sé
qué te ha dicho Dios que renuncies pero tú no puedes permitir que nada te
impida caminar en sus caminos y en sus pensamientos que son más altos que los
tuyos.
El Espíritu
escudriña lo profundo de Dios, esto significa que exprime, extrae, succiona
todo lo que está en las profundidades más recónditas de Dios y nos lo revela a
nosotros para que sepamos cómo es Dios, quién es Él y qué quiere. Tú
preguntarás: “¿Qué hago para saber?” Tú no necesitas hacer nada, sólo debes
tener comunión con Dios y Él te lo revelará por su Espíritu Santo. No se trata
de hacer, ya que la Biblia dice que Dios produce en nosotros tanto el querer
como el hacer por su buena voluntad (Filipenses 2:13). ¡Es Dios quien produce
en nosotros las buenas obras! Si nuestras obras son las de Dios, entonces son
buenas. Cuando Él venga a ver qué hemos hecho, se quedará conforme porque eran
sus obras. Y me honrará porque yo lo he honrado haciendo lo que Él quería.
Entonces todas estas cosas vienen por revelación del Espíritu Santo. ¿Cómo
quieres saber si no tienes comunión con el Espíritu Santo y si no estás lleno
de Él? Pero hoy el Señor quiere llenarte.
Continúa
diciendo el apóstol Pablo: “11Porque ¿quién de los hombres
sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así
tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios” (1ª
Corintios 2:11). Aquí se establece un paralelo y señala que mi espíritu sabe lo
que hay dentro de mí. Claro que si yo vivo en el espíritu, sé lo que hay dentro
de mí, pero si yo vivo en la carne, en la naturaleza de los deseos, de las
emociones y la voluntad, si vivo en mi alma, el espíritu está muerto por culpa
de la carne, está impotente y ciego, por lo tanto, la Biblia declara en Jeremías
17:9: “9Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y
perverso; ¿quién lo conocerá?”Yo debiera saber lo que hay dentro de mí
pero no lo sé porque el engaño del alma produce en mí una visión que no es la
del Espíritu. Pero mi espíritu sabe lo que hay en mí. Dios ha hecho al hombre
inviolable en cierto sentido y es que yo no puedo conocer lo que hay en tu
espíritu. Tú me puedes engañar con palabras, con argumentos, pensamientos o
sentimientos y yo no conozco lo que hay dentro de ti. Yo puedo ver algunas cosas
pero otras no. Yo creía que determinadas personas estaban consagradas, que
serían pilares de la iglesia junto conmigo y están comiendo de las algarrobas
de los chanchos como el hijo pródigo, están viviendo perdidamente. ¡Yo creía
que estaban re contra consagrados pero se fueron! En cambio, de quien yo decía
que no iba a repuntar nunca, está a mi lado trabajando y es una bendición
tremenda. ¡Dios sabe y conoce los corazones! Tanta gente que me ha dicho:
“Pastor, yo quiero estar al lado suyo”. ¡Hasta un tango me han cantado! “Yo
quiero aprender de usted”. ¡Cómo engaña el corazón del hombre!
La Biblia
dice que así como el espíritu del hombre sabe lo que hay en él, el Espíritu de
Dios sabe lo que hay en Dios. El Espíritu de Dios escudriña lo profundo de Dios.
Yo no me conozco a mí mismo, tampoco te conozco a ti, pero por el Espíritu
Santo puedo conocer lo profundo de Dios.
Seguimos
leyendo en 1ª Corintios 2:12: “12Y nosotros no hemos recibido
el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos
lo que Dios nos ha concedido”. ¡Dios no te ha dado un ángel sino que te
ha dado su Espíritu! No sólo te ha escrito la Biblia, te ha dado su Espíritu.
En su Espíritu está la verdad, el conocimiento de su propósito y está el poder
para que seas lo que debas ser y vayas a donde tengas que ir.
Continúa
diciendo el apóstol Pablo en 1ª Corintios 2:13: “13lo cual
también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las
que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual”. Has
notado que hay sabiduría humana y sabiduría divina. Nosotros recibimos
directamente del Espíritu de Dios y acomodamos lo espiritual a lo espiritual,
porque lo que es de la carne, carne es y lo que proviene del Espíritu, espíritu
es. ¡Son dos cosas totalmente distintas que no se pueden mezclar!
¡El Espíritu
Santo tiene una guerra a muerte con tu carne! Tú no podrás consagrar tu carne
porque el Espíritu de Dios no acepta carne consagrada. Él acepta sólo carne
muerta. Aunque la pinte y la condimentes, aunque le muestres a Dios cómo ora,
cómo canta y danza tu carne, el Espíritu Santo no la acepta.
Los
espirituales acomodamos lo espiritual a lo espiritual y hablamos en términos de
sabiduría espiritual, revelada por el Espíritu de Dios. Por eso a veces no
tengo ganas de discutir con algunas personas que me piden que razone con ellas,
yo ya sé cómo es la cosa aunque no se lo puedo explicar porque hablar con un
carnal es como hablar con una piedra. Es que los que están en el nivel del
Espíritu hablan cosas espirituales reveladas por Dios:“14Pero
el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque
para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir
espiritualmente” (1ª Corintios 2:14). ¡Es como un receptor de radio
queriendo sintonizar la televisión! El hombre natural es el hombre no renacido,
no regenerado, a diferencia del hombre carnal que es una persona regenerada
pero no camina en los caminos del Señor. ¡Es una bola de carne!
¿Estás
dispuesta o dispuesto a continuar viviendo esa clase de vida que estás
viviendo? ¿Tu vida es natural, es carnal o espiritual? ¿Qué cosas son las que
te ocupan o te quitan el sueño? ¿Qué anhelas alcanzar? ¿Son tus anhelos o los
de Dios? ¡No confundas tus deseos con los de Dios! Hay predicadores que enseñan
a las personas que deben luchar por lo que quieren o sienten, les señalan que
lo que esas personas tienen en su corazón, es lo que Dios quiere. ¡No te
engañes! ¡Tú ya sabes que has anhelado burradas! Tienes que estar en el
espíritu para saber que lo que anhelas es de Dios: “15En
cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie.
16Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas
nosotros tenemos la mente de Cristo” (1ª Corintios 2: 15 y 16). ¡Nadie
ha conocido nunca la mente del Señor! Pero nosotros tenemos la mente de Cristo.
Yo ya no pienso como pensaba Jorge Márquez, ahora pienso como Cristo. No camino
más en los caminos de Jorge Márquez, ahora camino en los caminos de Cristo. ¡La
mente de Cristo es mi mente!
Tienes que
abrirte hoy para que el Espíritu Santo te llene. No te queda otra que buscar
comunión íntima con Él. Tienes que decirle: “Yo te amo, tú eres mi mejor
amigo, Señor. ¡Quiero que te reveles en mí y me llenes! Tú me has limpiado de
mis pecados, mi casa está limpia. No sólo quiero saber de Biblia, yo quiero
conocer los caminos de la Biblia para mí. Quiero conocer los pensamientos de
Dios para mí. Cosas que ojo no vio ni oído oyó, ni se han manifestado en el
corazón de los hombres, son las cosas que tú has preparado para mí. Quiero
conocer lo que has preparado para mí desde el principio Señor. Sé que tengo que
abandonar cosas y estoy decidido a dejar lo que tenga que dejar, para alcanzar
tu propósito”.
¿Tienes
miedo de soltar algo que te tiene atado o que te hace sentir segura o seguro?
¿Qué si Dios te pide que dejes tu título o que ofrendes tu casa? ¿Qué si el
Señor te dice que ese novio que tú quieres Él no lo quiere? ¿Sabes que Dios te
da un Isaac y después te lo pide porque le está molestando en tu relación con
Él? Algunos patalean y dicen: “Pero esto me lo dio Dios”. ¿Y si
Dios te lo dio, acaso no te lo puede pedir? El Señor le dijo al profeta
Ezequiel: “16Hijo de hombre, he aquí que yo te quito de golpe
el deleite de tus ojos; no endeches, ni llores, ni corran tus lágrimas” (Ezequiel
24:16). Tenía una esposa a la que admiraba y sobre la cual alardeaba que fue
Dios quien se la dio. ¡Dios se lo dijo y al otro día la esposa se murió!
¿Has
entendido que hace falta que tu vida cambie y que Dios lo necesita? ¡Dios
necesita gente que camine en sus caminos y les quiere mostrar gloria, no
pavadas!
Una mujer
vivía en un rancho sucio, no tenía nada y era vecina de una mujer rica. Ella le
predicaba a la mujer rica y le decía que se tenía que entregar a Cristo, que el
Señor es poderoso, que le iba a dar paz y la iba a prosperar. Después de
hablarle predicado, manda a su hijita a pedirle una taza de azúcar a la vecina rica.
Entonces, esta mujer rica, dijo: “Yo no quiero creer en ese Dios del cual me
habla”. ¡Tú vives en un solo lamento y te dices cristiano! ¡Eres una vergüenza
en el reino de Dios! El Señor te dice: “¡Basta ya de jugar al cristianito!
¡Muestra mis planes y mi gloria! ¡Muestra mi poder y mi Espíritu! ¡Habla mis
palabras! ¡Piensa mis pensamientos y camina en mis caminos que son más altos
que los tuyos! ¡Anhelo llenarte!”
Mi papá me
decía: “Cabeza de chorlito”. Yo me preguntaba qué era eso. Me enteré de que era
un pajarito con una cabeza pequeñita. Lo mismo te dice el Señor: “No me vengas
con esa cabeza de chorlito, yo tengo una cabeza más grande”.
Dile a Dios
que lo necesitas y pídele que te llene. Por causa de la palabra que está en 1ª
Corintios 2:9 (“9Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo
no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha
preparado para los que le aman”) yo tuve que perder muchas cosas que
amaba. Pero si yo no hubiera dejado esas cosas, hoy no sería pastor en Uruguay.
Le doy gracias a Dios porque me guió, porque la vida que estoy viviendo es
mucho mejor que la que yo hubiera vivido. ¡Soy un hombre pleno y feliz! Sé que
estoy caminando en los caminos de Dios. ¡He visto su gloria! No soporto la idea
de que la gente a la que le predico no viva eso mismo. Que tú puedas declarar
en esta hora: “Estoy viviendo en la voluntad de Dios y es maravilloso. Ya no
me preocupa lo que antes me preocupaba, ya no pienso en lo que pensaba antes.
No me desvelo con las cosas que antes me desvelaba. Ahora el Espíritu Santo
está guiando mi vida y ha llenado mi existencia”.
“Señor, que
aquellos que han entendido y recibido esta palabra, tengan un anhelo profundo
de ti. Quebranta los yugos del infierno y quita los temores, Dios mío. Echo
fuera el temor de los corazones de las personas, en el nombre de Jesús y echo
fuera el engaño de sus vidas. Que sin temor y sin vergüenza vengan a ti Dios,
te lo pido en el nombre precioso de Jesús, amén”.
La obra de Dios se produce a través de su palabra
Salmo
107:20:
Todo lo que
Dios ha hecho, hace y seguirá haciendo es a través de su palabra, la obra de
Dios se produce a través de su palabra y su poder reside en su palabra. Un
cable sin energía no tiene utilidad, es un simple cable, necesita energía para
encender una luz; del mismo modo la palabra que nosotros emitimos es como un
cable y solamente cuando Dios inspira nuestra palabra, ella conduce el poder y
la energía de Dios y provoca lo que él quiere. Podemos hablar muchas cosas,
pero Dios nos da la maravillosa oportunidad de hablar lo que él quiere.
Siempre
que tu boca se abra para hablar cosas que hay en tu corazón o en el de otra
persona, tu palabra será vana, pecaminosa y negativa pero cada vez que abras tu
boca para hablar la palabra de Dios y ella provenga de su boca, su poder obrará
a través de tu palabra. La obra de Dios no solamente se hace a través de su
palabra sino que él pone su palabra en la boca de sus siervos escogidos. ¡La
obra de Dios se hace a través de la palabra divina emitida por seres humanos!
Aún cuando Jesús habló, él dijo que las palabras que hablaba no eran palabras
propias sino que provenían de su padre celestial. Asimismo, dice la Biblia que
no hará nada Dios sin anunciarlo primero a sus siervos los profetas, las cosas
que tienen que suceder, suceden porque Dios las anuncia previamente a través de
la boca de hombres y mujeres. ¡Hoy Dios tiene una palabra para ti!
Leamos Isaías 55:10-11: “Porque
como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que
riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y
pan al que come, 11así será mi palabra que sale de mi boca; no
volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en
aquello para que la envié”.
El deseo de
Dios es que le entreguemos nuestro corazón y seamos un instrumento en sus manos
hablando la palabra que sale de su boca. ¡Dios desea bendecir tu vida y los que
te rodean y para ello necesita que tu boca hable sus palabras! ¡Dios, pon tu
palabra en nuestras vidas, en nuestro corazón, en nuestra boca! En el capítulo
4 de Mateo se relata la historia de la tentación de Jesús; dice la Biblia que
Jesús tuvo hambre, su debilidad en ese momento fue el hambre y Satanás le dijo:
“Si eres Hijo de Dios, di a estas piedras que se conviertan en pan”. Satanás
tocó a Jesús en su área más débil, el hambre y en su área de poder más fuerte
que era la palabra. Jesús le contestó: “No sólo de pan vivirá el hombre sino de
toda palabra que sale de la boca de Dios”. En esta frase Jesús utiliza un
término que no tiene traducción al español: “rhema”, que significa palabra
revelada de Dios. Dios está diciendo: No sólo de pan vivirá el hombre sino
de toda palabra que yo envío en el momento oportuno, para la circunstancia
oportuna y para la persona oportuna”. Es decir: ¿Cuál es la palabra que Dios
envía para la circunstancia que estoy viviendo? Porque hoy Dios tiene una palabra
específica para cada uno de nosotros, según el momento y la circunstancia que
estamos viviendo. ¡Hay un Dios que quiere hablarte específicamente aunque haya
miles recibiendo esta misma enseñanza!
¿De qué vive
un hijo de Dios? ¡De la palabra “rhema” que sale de la boca de Dios! Si tu no
tienes esa palabra, andas en un sequedal y no sabes qué hacer con tu vida pero
si has escuchado la palabra de Dios tienes un arma poderosa que será dinamita
en tu vida. ¡Algo hará Dios con esa palabra! ¡No volverá a él vacía! Así como
cae la lluvia y la nieve y riega la tierra y ésta produce frutos, así será la
palabra de Dios, no volverá a él vacía, sino que hará la obra para la cual la
envió.
El mundo
necesita gente que al abrir su boca, hablen palabra “rhema”, palabra específica
de Dios para una persona, para una circunstancia determinada, en un momento
preciso; qué horrible cuando pensamos que Dios respaldará lo que hablamos pero
ello no ocurre. Recuerdo una oportunidad en que me llamaron para que orara por
un chico que tuvo un accidente automovilístico; sus padres no eran cristianos
pero me llamaron para que orara por él. “Pastor, ¿se salvará?” Yo les contesté:
“¡Tengan fe porque Dios lo levantará!” Al otro día me llaman para decirme que
el chico se murió. ¡Qué horror abrir la boca sin que Dios nos haya mandado! A
veces confundimos la palabra de Dios que viene a nosotros a través de la fe,
con alguna ilusión o presunción. ¡Necesitamos conocer cuál es la palabra de
Dios para nuestras vidas!
Jesús tenía dos posibilidades,
obedecer a Dios o a Satanás diciendo: “Piedra conviértete en pan…” pero él
decidió hablar lo que Dios quería. Cuando Jesús dijo: “¡Lázaro, ven fuera!”, él
abrió su boca porque Dios estaba abriendo su boca, Jesús hablaba porque Dios estaba
hablando a través de él. ¡Si Dios habla, Dios produce! Del mismo modo que
ocurre con Jesús, sucede con cada hijo de Dios; si puedes creer y consagrarte a
Dios, él te dice: “¡Serás como mi boca!” Dios hoy nos dice: “Por tanto,
así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás;
y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca.
Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos”.(Jeremias
15:19) ¡Dios necesita personas que abran su boca en el nombre de Jesús! Dios
está necesitando hijos que no hablen de acuerdo a las circunstancias, según su
propio entendimiento y corazón sino en el nombre de Jehová de los ejércitos.
¡Tus vecinos
están necesitando que tu les hables palabra Dios! ¡No necesitamos un mensaje
lindo! ¡No necesitamos palabra de hombres! ¡Necesitamos palabra de Dios! Hace
once años que predico la palabra de Dios y podría decir que he hecho del
predicar un oficio, soy capaz de estar una hora hablándoles animadamente y sin
aburrirlos, pero ese no es el caso. No he sido puesto por Dios para eso, mi
interés y el de Dios no es que hable lo que hay en mi corazón sino palabra de
Dios específicamente para ti. ¡Necesitamos que baje palabra de Dios y obre con
poder en nuestras vidas! ¡Dios necesita una boca que se abra en su nombre para
hablar lo que él quiere! ¡Necesitamos algo más que mensajes elocuentes!
El apóstol
Pablo era un hombre muy preparado, vivió en Tarso, una ciudad comercial y
universitaria, sabía hebreo, griego y arameo, había estudiado en la escuela del
Rabino Gamaliel pero él decidió tirar todo a la basura con tal de alcanzar el
conocimiento del hijo de Dios. Yo muchas veces me he sentido avergonzado cuando
he escuchado personas que no son muy preparadas, pero vienen encendidos con el
poder del Espíritu Santo, y Dios los respalda cuando abren su boca. Si la
palabra que se habla es “rhema”, irremisiblemente es una palabra de poder, tu
puedes tomar la Biblia y recitarla de memoria, dice la Biblia que toda la
palabra es inspirada por Dios, pero la palabra “rhema” es la palabra específica
revelada que Dios toma de la Biblia y hace que se encienda en ti, en la
circunstancia que estás viviendo ahora convirtiéndose en poder para tu vida!
Hace muchos años atrás yo andaba en
un desierto, no sabía qué hacer de mi vida; recuerdo una noche en que fui a
buscar un pastor a las 12:30 de la noche, golpeé su puerta para que me diera un
consejo y en vez recibirme el pastor, me atendió su esposa en camisón y me
preguntó: “¿Qué necesitas?” “Necesito un consejo”, le respondí. “El pastor no
está y ésta no es hora de molestarlo, además, cuando regrese llegará muy
cansado”. Me fui de la casa de ese pastor y me senté en el cordón de la esquina
a llorar, no sabía qué hacer de mi vida, necesitaba que alguien que me dijera
algo, una “palabrita” aunque sea. ¡Estaba desahuciado! Cierto día un amigo que
estaba orando por mí, me llamó diciéndome: “El Señor me dio una palabra para
ti. Hoy Dios te dice: Pídeme y te daré por herencia las naciones”. Yo incrédulo
le respondí: “Esa fue una profecía para Jesús, no para mi…” Cuando comencé a
salir por CX 14 radio El Espectador, Dios me trajo a memoria esa palabra; luego
nuestra iglesia comenzó a trasmitir a través de la cadena Enlace TBN y
nuevamente recordé esa palabra. ¡Pídeme y te daré por herencia las naciones!
¡No es lo que tu puedes hacer, es lo que Dios puede hacer! Si yo me hubiera
propuesto llegar a 2.061 canales de TV no lo hubiera logrado, Dios lo hizo por
mi. ¡Cuando Dios dice, Dios hace! “Así será mi palabra, no volverá a mi vacía
sino que hará la obra para lo cual la mandé, mi palabra hará lo que yo quiero”,
dice Dios, entonces él toma una profecía que era para Jesús, te la aplica a ti
y te dice: “¡Es para ti también!” Esta semana Dios me recordó la palabra que me
dio hace once años pues este viernes estaré predicando en Corea a más de 500
mil personas a través de una red que va a 50 países; a mi regreso predicaré en
España en un congreso nacional y luego lo haré en Venezuela. ¡Cuando Dios
habla, Dios cumple!
¡Si Dios dice
de ti que hará algo, lo hará! ¿Puedes creer que en este día cambiará tu
matrimonio? ¿Puedes creer que hoy sanará las heridas de tu corazón? ¿Puedes
creer que hoy hará un milagro en tu vida? Dios hoy te dice: “Quiero que me
conozcas, tengo cosas que hacer en tu vida y en esta nación pero no podré
hacerlas si no abres tu boca en mi nombre. Quiero poner mi Espíritu y mi poder
en tu boca. ¿Cuándo dejarás que tu boca sea mi boca? ¿Cuándo dejarás de hablar
lo que a ti te parece y comenzarás a hablar lo que yo quiero? El día que tú te
sometas a mí, el día que te arrepientas de hacer lo que tu quieres, ese día
serás como mi boca. Quiero hacer cosas grandes con tu vida. Sólo necesito que
me entregues tu vida, que me permitas vivir en tu corazón, que consagres todo
tu ser al servicio de mi causa, si lo haces serás como mi boca, te llenaré de
mi poder para hacer mis obras.