Los israelista hacen un viaje de Babilonia a Jerusalén. Pero
cuando llegan, a Jerusalén se encuentra que todo es una gran ruina. Nadie vive allí.y Los
israelitas tienen que construirlo todo de nuevo.
Una de las
primeras cosas que hacen es un altar. en donde pueden
hacer ofrendas, o regalos, de animales a Jehová, y Pocos meses después los
israelitas empiezan a construir el templo. Pero enemigos que viven en
países cercanos tratan de asustarlos para que se detengan. Por fin, los
enemigos consiguen que el nuevo rey de Persia haga una ley para detener
el trabajo de construcción.
Pasan años. Ya han pasado 17 años
desde cuando los israelitas volvieron de Babilonia. Dios envía sus
profetas Ageo y Zacarías para que le digan a la gente que empiece a
construir de nuevo. La gente confía en la ayuda de Dios y obedece.
Vuelven a construir, aunque una ley les dice que no.
Por eso,
un oficial persa llamado Tattenay viene y les pregunta qué derecho
tienen para construir el templo. Los israelitas le dicen que en
Babilonia el rey Ciro les dijo: ‘Vayan a Jerusalén y construyan el
templo de Jehová su Dios.’
Tattenay envía una carta a Babilonia
y pregunta si Ciro, que ahora está muerto, de veras dijo eso. Pronto
viene una carta del nuevo rey de Persia. Dice que sí. Por eso el rey
escribe: ‘Dejen que los israelitas construyan el templo de su Dios.
Y les mando que los ayuden.’ En unos cuatro años el templo está
terminado, y los israelitas están muy contentos.
Pasan muchos
años más. Ahora hace casi 48 años que el templo fue terminado. La gente
de Jerusalén es pobre, y la ciudad y el templo de Dios no se ven muy
bonitos. Allá en Babilonia el israelita Esdras llega a saber que es
necesario arreglar el templo de Dios. Por eso, ¿sabes lo que hace?
Esdras va a ver a Artajerjes, el rey de Persia, y este buen rey le da a
Esdras muchos regalos para que los lleve a Jerusalén. Esdras pide a los
israelitas que están en Babilonia que le ayuden, y unos 6.000 dicen que
irán. Llevan mucha plata y oro y otras cosas preciosas.
Esdras
se preocupa, porque hay hombres malos por el camino. Estos hombres
pudieran llevarse la plata y el oro de ellos, y matarlos. Por eso Esdras
junta a la gente, como puedes ver en la lámina. Entonces oran a Jehová
para que los proteja en su largo viaje de regreso a Jerusalén.
Jehová sí los protege. Y tras cuatro meses de viaje, llegan bien a
Jerusalén. ¿No muestra esto que Jehová puede proteger a los que confían
en él
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