En Mateo 25:14, en adelante, Jesús narra
a sus discípulos la parábola de los talentos. En esta parábola podemos
ver que no todo el mundo es capaz de enfrentar la presión de la
expectativa. Se esperaba que el siervo infiel se multiplicara, que
creciera; pero no pudo aguantar la presión de lo que se esperaba de él,
sino que esto causó temor en su vida.
A través de toda la biblia, siempre ha
sido el deseo de Dios que el hombre crezca, se multiplique, prospere.
Ningún hombre o mujer en la biblia fue llamado por Dios para quedarse de
la misma manera. A todos, Dios les dice: Expándete, crece,
multiplícate, haz algo más grande con tu vida, pídeme, alarga tus
estacas, extiende tus tiendas, crece, porque no vas a ser avergonzada.
Después de cuarenta años, Dios se cansó
de que el pueblo siguiera dando vueltas, y dijo: Yo no te saqué de
Egipto, haciendo mis mejores milagros, para que te quedes aquí dando
vueltas. Acaba y sal de este monte, y muévete para el lugar donde yo te
dije. Y le dice a Josué: Todo lo que pise la planta de tus pies, será
tuyo, te lo entrego.
Dios siempre ha puesto presión para que
el hombre crezca, pero no todo el mundo quiere esa presión, porque no
todo el mundo aguanta la presión de lo que se espera. Si no quieres
presión, no leas estos mensajes. Este ministerio espera que tú hagas
algo con tu vida. Se espera que el año que viene, hayas crecido y creas
por algo más grande.
Si crees que se espera demasiado de ti,
deja que Dios arregle cuentas contigo; deja que Dios te pregunte qué has
hecho. La biblia dice que, después de mucho tiempo, el señor regresó;
le dio el tiempo suficiente, y su siervo lo que hizo fue dejarse llevar
por el miedo.
Muchos quisieran ver que Jesús dijera que se le dio otra oportunidad, pero no. Si el siervo sabía que su amo recogía donde no había esparcido, entonces perdió la oportunidad. Se le dio suficiente tiempo.
Muchos quisieran ver que Jesús dijera que se le dio otra oportunidad, pero no. Si el siervo sabía que su amo recogía donde no había esparcido, entonces perdió la oportunidad. Se le dio suficiente tiempo.
Hay gente que está pasada de tiempo. Ya
es hora de que te levantes, de que cambies. Tu familia, tu iglesia, tu
jefe, tu empresa, demandan, esperan mucho de ti. Pero, ¿de quién van a
demandar? ¿Del vecino?
La presión de la expectativa no debe
causar miedo en tu vida. Dios espera que haya más en tu vida. Si quieres
un nuevo nivel, Dios espera más de ti. Si quieres algo nuevo en tu
vida, Dios espera más de ti; así que, aprende a aguantar la presión.
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